Toda gran pasión desemboca en lo infinito. - Ginger.

GINGER ROSLYN LODGĒ

20-23, 130. | PROSTITUTA | PROSTITUTA EN TRH | VAMPIRESA

PERSONALIDAD

Sin duda alguno, el vivo reflejo de lo que es Ginger: una gran pasión. Desata tempestades cuando agita sus cabellos, provoca interminables y enfermizas locuras en aquellos que osan oler su exquisito perfume. Huele a sangre y a pasión. Huele a morbo, aquel que corre por sus venas y que es bombeado a través de ellas por un corazón que ya no late. Desquiciantemente hedonista, privada del sentir de sus emociones más humanas, y en cambio, expuesta a un sentir más rotundo, más roto. No teme hacer daño, no teme juzgar y tampoco teme ser juzgada. Vive su vida, la que le ha tocado vivir y no se preocupa por nadie más que por sí misma. Es prácticamente insaciable. Siempre quiere más y en el momento en el que ella lo diga. Su paciencia tiene un límite extremo, y si se cruza, desatarás su furia. Nadie quiere estar cerca de ella cuando sus mecanismos de reacción explotan, pues un huracán será un simple viento fresco del norte comparado con lo que será ella. Sus ojos campan a sus anchas, recorriendo los rostros de los inocentes que serán sus futuras víctimas. Tiene un magnífico poder de elección, y pocos hombres son los que han conseguido resistirse a sus encantos. Pues no es solo ese angelical rostro que supura desenfreno, sino que junto a su belleza la acompañan cualidades tales como la inteligencia, el buen arte de la retórica y sendos tintes de estilo y finura. Es una dama, pero de la muerte.

En confianza de quienes le rodean no se priva de nada. Deja la exquisitez de una buena relación apartada a un lado y se divierte con ese humor negro que le caracteriza. Además, los improperios de alguien vulgar salen retumbando a través de sus labios, rojos cual carmín. Rojos, como la sangre. Alberga dentro de sí un alma curiosa por naturaleza, que ansia probar cosas nuevas. Que ansia, incluso, saciar ese apetito goloso de vivir una locura de amor. ¿Amor? Eso sí que es una locura. Dista mucho de ser alguien sin escrúpulos, y pese a parecer que está en constante cambio, perece estática, leal y fiel a sus propósitos. Se marca metas casi a diario e intenta cubrirlas, ya sea por la vía legal o haciendo trampas. Cuando se encapricha, aquel objeto o aquella persona de su desgracia ha de ser suyo. Es posesiva hasta rallar lo inaguantable, y tiende siempre a llevar la contraria de manera forzosa. No tiene miedos ni inseguridades. No los tenía antes, mucho menos ahora que puede gozar de la inmortalidad y de un cuerpo joven y sano para el resto de su vida. No le importa que hablen de ella a sus espaldas; si hablan bien, mejor para ella. Y si en cambio hablan mal, de igual manera piensa que es publicidad gratuita. Se tiene en un pedestal adornado de rosas rojas y blancas, cubierta de oro y vestida de plata. Admirada por los de su especie por no cohibirse y por ser capaz de no sentir un ápice de esa humanidad que parece perseguir hasta al más hábil demonio.

Lo que ves es lo que hay, te diría ella. Y tiene mucha razón. A Ginger no se le puede cambiar. Sus gestos, su forma de ser y sus palabras vienen con ella. Si te interesa puedes quedarte, y si no deberás irte. Porque será mejor que huyas de su lado en vez de hacer que pierda su tiempo, pues aunque pueda parecer que ahora carece de valor, sigue resultándole de vital importancia. Por lo único que sufre es por ella, cuando el destino se propone marchitar las flores que cubren su sendero y colocar espinas en los rosales. Cuando sus esfuerzos no se ven recompensados con sus más oscuros deseos. Ella es ella, sangre, pasión. Ella.

RELACIONES

Ya sabéis lo que toca, ¿no? Si venís con alguna idea en mente, os lo agradecería. Me gustan las tramas complejas, así que os recomiendo que dejéis volar vuestra imaginación.